Vida & Estilo

11-S: EL ATENTADO A LAS TORRES GEMELAS Y AL PENTAGONO



Hoy recordamos con mucho pesar uno de los hechos más tristes de todos los tiempos. El 11 de septiembre del 2001 es una fecha que muy pocos olvidarán por el resto de sus vidas porque significó quizá el mayor atentado terrorista de la historia, por su magnitud y la cantidad de vidas humanas perdidas. Las Torres Gemelas, símbolo de una ciudad próspera y cosmopolita, se derrumbaban ante los ojos incrédulos y  aterrados de todo el mundo. y de una forma que nadie se imaginó ni en su peor pesadilla. Un evento que sin duda, marcó para siempre a una nación, que hasta ese momento, parecía invulnerable.


El 11 de septiembre del 2011 debía ser un día normal. Incluso había amanecido con un sol radiante y un cielo despejado que armonizaba perfectamente con el dinamismo de la ciudad de New York. Pero mientras Manhattan desarrollaba sus actividades con normalidad, algo muy cerca ya estaba cocinándose. Cuatro aviones comerciales fueron secuestrados luego de despegar del Aeropuerto Internacional de Boston, el Aeropuerto Internacional Washington-Dulles y el Aeropuerto Internacional Libertad de Newark. ¿El destino? Dos irían a estrellarse contra las Torres Gemelas, el tercero sobre el Pentágono y el cuatro, tenía como destino el Congreso de los Estados Unidos, sin embargo no llegó a su destino y se estrelló en un campo abierto.


Siendo exactamente las 8:46 de la mañana se produce el impacto del primer avión sobre la Torre Norte. Al inicio todo es confusión y sorpresa. La gente de los alrededores queda paralizada sin saber bien que ocurría. Los noticieros de todo el mundo empezaron a enlazarse en directo con el lugar de los hechos y durante los primeros minutos todo parecía ser un accidente. Se hablaba del impacto de una avioneta, pero la teoría más cercana era que podía tratarse del Vuelo 11 de American Airlines, que se había reportado como sospechoso de secuestro. Y mientras las cadenas más importantes como la BBC y CNN informaban a todo el planeta de esto, sucedería algo que dejaría a todo el mundo impactado.



A las 9:02 am. un segundo avión (del Vuelo 175 de United Airlines) se dirigió directamente a la Torre Sur y provoco una colisión de la que fue testigo esta vez todas las cámaras que registraban este hecho en vivo. Quedó confirmado a partir de ese segundo que se trataba de un ataque terrorista. Arriba, en los edificios, mucha gente que estaba en los primeros pisos quedó atrapada. Poco pudieron hacer los helicópteros socorristas pues el humo era tan denso que fue imposible aterrizar en los techos. Toda esa gente simplemente esperó en vano. Desde fuera se podía ver la horrorosa escena de la gente asomándose por las ventanas escapando del humo que los invadía. Y la escena quizá más trágica, fue ver cómo muchos se rindieron y se lanzaron al vacío, presos de la desesperación o quizá solo decidieron elegir su muerte cuando ésta era segura.


Los rostros de terror y frustración de los testigos de las calles era realmente conmovedor. Decenas de personas llorando por sus familiares que se encontraban dentro, aguardando que los bomberos pudieran rescatarlos. Hombres, mujeres, en shock mirando como las llamas consumían los pisos superiores de las Torres Gemelas y rezando para que esta pesadilla termine. Muchos lograron comunicarse con sus familiares atrapados a través del celular o mensajes de texto, y la gran mayoría después contó que se trataron de mensajes de despedida. Lo mismo sucedió con la gente que se encontró dentro de los aviones secuestrados. Conocían de su destino y llamaron a sus parejas y familia, para darles el mensaje del adiós.


Las unidades de bomberos empezaron a entrar a los edificios y evacuar a todas las personas que se encontraban en los pisos inferiores. Como comprenderán, al ser un edificio tan alto, la evacuación por las escaleras tomaría su tiempo, asi que muchos de los valientes hombres que entraron en el WTC en busca de las personas atrapadas, nunca salieron de los edificios. Ese día, estas personas vestidas de amarillo fueron simplemente héroes.



Mientras esto pasaba en New York, en Washington sucedía otra catástrofe. A las 9:37 am. un tercer avión, se estrellaba contra el Pentágono, en un hecho sin precedentes y a pesar que tuvo poca cobertura periodística, la destrucción y la pérdida de vidas humanas fue la constante de este ataque, que se atribuyó al grupo yihadista. Al Qaeda, por ese entonces, liderado por Osama Bin Laden, el hombre que por muchos años más tarde, fue el más buscado por la justicia estadounidense. 10 minutos más tarde, la Casa Blanca y el Congreso son evacuados, pues ya se tenía la información de un 4to avión secuestrado, el famoso Vuelo 93.


Aquella mañana que debía ser perfecta, fue una pesadilla para los Estados Unidos. Hasta ese momento se habían perdido cientos de víctimas humanas y los daños materiales eran incalculables. Los símbolos más sagrados y el lugar más seguro habían sido blanco de una masacre. Y cuando nadie pensaba que estas imágenes podían ser peor, sucedió lo que algunos temían: las torres no soportarían por mucho tiempo las altas temperaturas originadas en los pisos superiores producto del gigantesco incendio, y ya que la estructura de las 2 moles no era de concreto sino de vigas de acero, eran vulnerables ante la conducción de calor.



Fue inevitable. No pasó ni media hora desde el atentado al Pentagóno y exactamente a las 9:59 am. la Torre Sur, que había sido impactada primero, se derrumbaba ante los gritos de las personas que no podían creer lo que veían. La gigantesca y perfecta construcción de más de 100 pisos, se venía abajo en menos de un minuto, dejando en su lugar una gran cantidad de humo que recorrió las cuadras aledañas y obligó a que los espectadores que se encontraban en las calles corrieran por su vida. Aun recuerdo ver esas escenas, realmente desgarradoras. Media hora más tarde, a las 10:28 exactamente, la Torre Norte tuvo la misma suerte. Era una verdad dolorosa: las Torres habían caído y junto a ellas se perdió la vida de 2602 personas que se encontraban dentro de los edificios.






En total, las víctimas fatales fueron 2.973 personas. 2,602 que fallecieron en las Torres, 246 fallecidos dentro de los aviones y 125 personas que fallecieron dentro del edificio del Pentágono. Sin duda hechos que nos hacen reflexionar sobre muchas cosas. Y quizá estos hechos han sido objeto de estudio y debate por muchos años, pero lo cierto es que se perdieron valiosas vidas que jamás se podrán recuperar. Ningún fin justifica actos violentos como éste, sea cual fuera. Recuerdo muy bien que durante las transmisiones en directo, se pudo observar que algunas personas, hombres, mujeres y niños de algunas partes del Medio Oriente celebraban las escenas de horror de los norteamericanos. Yo no podía comprender qué estaba pasando con este mundo. Y hasta hoy, me lo sigo preguntando.
Al final, lo material es recuperable. Pero esas personas inocentes que murieron de una forma cruel, no lo merecían. Nadie va a poder curar el dolor de las esposas, de las madres o de los hijos de todas las víctimas de estos atentados. No habrá forma de compensar el sufrimiento creado a toda una nación, ni habrá evento que pueda hacer olvidar esta terrible experiencia de la mente de los neoyorkinos y los estadounidenses en general.


Sin embargo, de estos hechos aprendemos. Y ejemplos como éste, nos deben dejar una enseñanza. Hay miles de mensajes dentro de estos sucesos, pero quizá el más importante es el respeto a la vida, a la libertad y a la paz.

Les invito a ver un documental, quizá el mejor que yo haya visto de estos hechos, que ilustran muy bien cada momento, cada detalle, cada historia detrás de las imágenes atroces que todos recordamos. Un material audiovisual obligado, sobre todo para quienes no vivieron o no recuerdan este triste episodio de la historia norteamericana contemporánea.

















Sobre El Loco Retro

Blog perdido en el tiempo, con los recuerdos de tu vida. Especializado en años 80s y 90s.

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